La vuelta a una nueva normalidad laboral generó cambios en las preferencias de localización, superficie necesaria y características de los espacios de trabajo por parte de las empresas.
La demanda de oficinas se reactivó este año a medida que las empresas comenzaron a definir la modalidad de trabajo tras las restricciones por la pandemia, lo que generó cambios en las preferencias de localización, superficie necesaria y características de los espacios de trabajo.
«El año arrancó mucho mejor de lo que uno esperaba porque veníamos de un escenario muy negativo e incierto por causa de la pandemia y lo económico, que se veía reflejado en el segmento oficinas», señaló Martín Potito, director de la división de oficinas de LJ Ramos.
El ejecutivo afirmó a Télam que «la vuelta a la oficina se está dando a una velocidad bien intensa» y que la actividad está volviendo «pero no se están tomando muchos metros», por lo que llevará tiempo recuperar la ocupación de la superficie disponible.
Señaló que hay alquileres nuevos por relocalización dado que «los valores de alquiler cayeron un 20 a un 30 por ciento y las empresas hicieron ´fly to quality´, (es decir) se fueron de un edificio de menor prestación a uno mejor».
«Están ocupando menos espacio: una empresa que tenía una dotación de 100 empleados necesitaba por ejemplo 1.000 metros, y ahora con la rotación que permite el trabajo remoto disminuye la cantidad de metros», agregó.
De acuerdo con el último relevamiento de LJ Ramos, las oficinas clase A en la ciudad de Buenos Aires tuvieron en el segundo trimestre del año una vacancia de 17,6%, mientras que previo a la pandemia la disponibilidad de metros estaba por debajo del 10%.
Entre las zonas que mejor resistieron la pandemia se encuentra el Corredor Libertador, tanto en la Ciudad como en la provincia de Buenos Aires, y la zona de Catalinas, donde hay edificios con buenas prestaciones que quedaron a precios competitivos.
«La zona de Catalinas sufrió una caída en la demanda al igual que el resto de los submercados, pero su reactivación a principio de este año fue más rápida que muchas otras zonas de la capital», aseguró Nicolás Ferrero, research manager de CBRE Argentina.
Dijo que «hoy esta zona presenta buenas oportunidades de inversión, de hecho, la construcción de edificios de oficinas sigue siendo el principal desarrollo allí».
Hernán Castro, broker senior de Cushman & Wakefield, señaló que con la pandemia la vacancia en el mercado de oficinas «casi se triplicó», y que aunque «ya estamos en una vida normal, como se liberaron muchos metros va a llevar un tiempo absorberse».
«Se está activando un poco el mercado de alquileres pero hay una situación en la que siguen algunas empresas achicándose, en general las empresas tienen sistema híbrido y el nuevo concepto es que necesitan menos metros», explicó en diálogo con Télam.
Acerca de los precios, dijo que «bajaron dependiendo el submercado, en algunos se está tratando de amesetarlo y que la caída de precios no siga; esperemos que entre en una meseta y en adelante pueda recomponerse el año próximo».
En el primer semestre del año, Cushman & Wakefield relevó que Buenos Aires cerró el primer semestre de 2022 alcanzando una vacancia del 15,9%, y que fueron más los metros liberados que los tomados.
Según el informe, la absorción neta se mantuvo negativa pero mostró signos de mejora respecto del mismo período del año pasado.
En tanto, desde Colliers Argentina indicaron que «el regreso gradual de trabajadores a sus sitios laborales (en muchos casos bajo un esquema híbrido)» permite que «la demanda de espacios corporativas comience a tener una lenta recomposición mostrando signos de estabilidad».
«El mercado de oficinas se encuentra en un proceso lento de recuperación, del que pocas precisiones pueden brindarse en cuanto al tipo de evolución y los tiempos en los que se desarrollará. Por el momento, los precios se mantienen amesetados», afirmó Alejandro Badino, gerente general de Colliers Argentina.
Consultada por Télam, la presidenta de la Cámara Inmobiliaria de la provincia de Buenos Aires (CIBA), Marta Libera, afirmó que «a nivel nacional y provincial hay una curva ligera hacia arriba. Nada muy importante, pero sí una leve marca que indica que los locales comerciales, dentro de los cuales hay oficinas, se han recuperado».
Analizó que en las oficinas se percibe «una tendencia a achicar estructuras» y graficó que «contadores o abogados piensan en fusionar espacios y concentrar actividades: nos llegan unidades para vender que antes estaban destinadas a oficinas».
«La tendencia es a conseguir locales más chicos o espacios de coworking», señaló.
El presidente Colegio Martilleros de La Plata, Aníbal Fortuna, explicó a Télam que «de a poco se está recuperando el tema de las oficinas» y que «ya no hay departamentos para alquilar en la ciudad de los que podrían funcionar como oficinas, por lo que agotada la oferta de alquiler, hay mucha demanda por oficinas».
Indicó que «las oficinas más grandes son las más necesitadas porque están nucleadas por varios profesionales como estudios de arquitectura, contadores o abogados y también inmobiliarias».
«En La Plata estamos volviendo a la normalidad, con un muy buen sistema de pedidos», planteó.
En Córdoba, el porcentaje de locales y oficinas comerciales sin alquilar alcanzaba el 4,8% en agosto de este año, inferior al 9,1% que permanecía en vacancia durante agosto de 2021, de acuerdo con un informe elaborado en conjunto por el Consejo Federal de Colegios Inmobiliarios, el Colegio Profesional de Inmobiliarios y el Centro de Estadísticas Inmobiliarias.
En tanto, en Mar del Plata el mercado de oficinas «está firme», según indicaron fuentes del Colegio de Martilleros de la ciudad balnearia, y resaltaron que actualmente «casi todo lo que existe está alquilado».
«Hay mucha menos oferta de ese tipo de unidades que en ciudades como Buenos Aires, y los edificios de oficinas no suelen tener más de 20 ó 25, pero en general hay buena ocupación y quienes habían mudado su trabajo a la casa por la pandemia han vuelto a ocuparlas», indicaron a Télam desde la institución.