El premio Nobel de Economía, al mismo tiempo que elogió al mandatario argentino, cuestionó al laboratorio multinacional Pfizer por «intentar extorsionar» a la Argentina y a otros países de la región por la administración de la vacuna y tratamiento anti-Covid.
El premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz criticó al laboratorio multinacional Pfizer por «intentar extorsionar» a la Argentina y a otros países de la región «por la administración de la vacuna y tratamiento anti-Covid».
Además felicitó al presidente Alberto Fernández «porque hizo que la gente tuviera vacunas a pesar de extorsión que intentó hacer Pfizer», durante los momentos críticos en la pandemia.
Stiglitz habló en el 39 período de sesiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que se realiza desde hoy y hasta el miércoles en el Centro Cultural Kirchner (CCK).
El profesor de la Universidad de Columbia felicitó además al presidente Alberto Fernández y a la Argentina «por ponerse de pie y enfrentar la extorsión intentada por Pfizer en cuanto a los enormes precios».
«Me gustaría felicitar a la Argentina por lo que hizo, que la gente tuviera vacunas, a pesar de la exportación se logró hacer en muchos lugares exitosamente», durante los momentos críticos en la pandemia.
Y, «en el tema de tratamiento, Pfizer está intentando hacer lo mismo que con la vacuna, intenta extorsionar a algunos países y no se debe uno rendir a la intimidación», advirtió.
Stiglitz elogió así a los comentarios de Fernández en la sesión de apertura, y expresó que «ha quedado muy claro que en los últimos años, las fronteras importan. Durante décadas, desde la Segunda Guerra Mundial donde hubo un intento de globalizar el mundo, se creía que las fronteras no importaban».
Sin embargo, ahondó, quedó demostrado que «en el tema de las vacunas sí importan».
Tras lo cual resaltó «cómo Estados Unidos y Europa pusieron la rentabilidad de las empresas farmacéuticas sobre las vidas de las personas en América Latina».
El Premio Nobel 2001 expuso que los países ricos «tienen un 30% de la deuda global, y solo un 2,8% de la población es una consecuencia de ese Apartheid de la vacuna».
El presidente Fernández, durante su discurso, expresó que «la pandemia se ha cobrado cuatro veces más vidas en los países más pobres que en los ricos; la falta de solidaridad global quedó patentizada cuando la vacuna fue producida: el 90% de esa producción quedó en poder del 10% de los habitantes del mundo. Así, penosamente, el 90% de la humanidad deambuló desesperada tratando de acceder al 10 por ciento de las vacunas restantes», se explayó.
En cuanto a la energía, se mostró a favor de una reducción de «los subsidios a la energía, en Argentina masivos en envergadura, esos recursos van a ser redireccionados gradualmente, y van a tener un gran efecto», expresó, sobre el margen fiscal que aportará al reducción paulatina de beneficios a los de más altos ingresos en el país.
En otro orden, elogió «los impuestos sobre bienes agrícolas que reducirán los costos localmente para ciudadanos, hubo resistencias pero pienso que es una buena política», consideró, a modo de ejemplo de política que podrá aplicar la región para morigerar el impacto global del precios.
En este sentido, fue muy crítico de la política de suba de tasas de la Reserva de Estados Unidos, que «impuso costos enormes a América Latina y otros países en desarrollo es algo que ya ocurrió en el pasado», con «externalidades muy grandes en América Latina», remarcó.
«América Latina necesita responder en forma cauta; es claro que aumentar las tasas no van atraer más alimento ni recursos, simplemente deslocalizar las empresas y mandarlas a otros países y eso empeorar el problema, como ya lo empeoró también Estados Unidos», completó.