En este último tiempo, el equipo de campaña de Patricia Bullrich sufrió varias pérdidas. Tal vez la más importante, en cuanto al impacto político, fue la de Gerardo Milman. El diputado supo ser su mano derecha, pero la aparición de su nombre en la investigación por el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner y los desaguisados relativos a los contratos de asesoras, lo obligaron a dar un paso al costado. A esto se le sumó el salto de tranquera que protagonizaron Waldo Wolff y Florencia Arietto que desembarcaron en las huestes de Horacio Rodríguez Larreta. Ahora Bullrich busca mostrar renovación y está lista para anunciar la incorporación de Hernán Lombardi. Algo que bien puede significar una especie de respaldo de Mauricio Macri a la presidenta del PRO, pero para el mundillo de JxC es lo más parecido a una intervención porque, afirman, será su jefe de campaña. Un dato que en realidad está por confirmarse.
El auncio formal de la llegada de Lombardi al campamento de la exministra de Seguridad se demorará unos días. El exfuncionario macrista se encuentra fuera del país. Mientras tanto, los colaboradores de Bullrich siguen con atención la reaparición de Elisa Carrió en el campo de batalla de JxC. Ambas dirigentas se amaron y odiaron en el transcurso de estos últimos 30 años. Estuvieron enfrentadas pero también terminaron armando candidaturas juntas sin mucha suerte. Hasta que se formó Cambiemos.
El papel de Carrió
Bullrich considera que la aparición de Lilita no la incomoda y, por lo tanto, se concentra en un tema que tenía descuidado: su equipo de campaña. Macri se lo había hecho saber en más de una oportunidad y tras la complicada salida de Milman decidió concentrarse en mejorar este aspecto. Sin duda que la designación de Juan Pablo Arenaza en reemplazo del diputado, no le generó los beneficios esperados. Es cierto que la decisión de los medios de comunicación amigos de JxC de borrar el nombre de Milman es un favor importante, pero no suficiente. Un favor que, en caso de tener éxito en su carrera electoral, deberá devolver.
El arribo del ultramacrista Lombardi es una buena noticia para Bullrich pero debe evitar que esta incoporación le desequilibre los acuerdos que mantiene con sectores disímiles de JxC como el que representa Emilio Monzó que mantiene resquemores antiguos con Macri.
El ordenamiento del equipo de campaña no solo expresa los acuerdos políticos que logró Bullrich, sino también que es preciso mejorar la estrategia electoral a partir del repunte en algunas encuestas de Larreta. Algunas de esos relevamientos de la opinión pública lo muestran al jefe de Gobierno porteño por encima de Bullrich e incluso de Macri. Claro que todavía es demasiado temprano, pero el candidato que se duerme en política tiene el mismo destino del cocodrilo y a Bullrich ya no le sobran los años como para seguir esperando su turno en las competencias presidenciales.
¿Una intervención de Macri?
Para los sectores que confrontan con Bullrich la incorporación de Lombardi representa una doble noticia. Por un lado consideran que es una intervención pero también una definición por parte de Macri. Pero el expresidente no se expresó sobre este tema y sigue jugando al misterio sobre su futuro político, si será o no nuevamente candidato presidencial. Un juego del misterio que tal vez aprendió del kirchnerismo.
Entre los macristas se recuerda a Lombardi como el que motorizó el subidón electoral de Macri tras las PASO de 2019 con la campaña del «Sí, se puede». También fue uno de los promotores de unas de las campañas más perjudiciales de los últimos tiempo como las movilizaciones y acciones contra las políticas de prevención y cuidado durante la pandemia.