La Secretaría de Comercio actualizó los precios de referencia de los productos que forman parte del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), herramienta que estabiliza el valor del trigo en el mercado interno. Será de 3,2 por ciento por mes, para adecuarse a la pauta de Precios Justos. Panaderos advierten que no van a aumentar el precio hasta marzo.
Los nuevos valores, que ya entraron en vigencia a partir la publicación en el Boletín Oficial de la resolución 88/2023, son para la bolsa de harina 000 (por 25 kilos), 1.709 pesos; bolsa de harina 0000, 2.051 pesos; y bolsa de harina tapera y harina semolín, 2.222 pesos.
A estos precios se le deben sumar costos logísticos por región que serán los siguientes: 3,5 por ciento para la provincia de Buenos Aires; 3,5 por ciento para la Ciudad de Buenos Aires; 5,5 por ciento para la zona Centro, Cuyo y Litoral; 7 por ciento para NEA y NOA; y 10,5 por ciento para la Patagonia. A su vez, el precio de referencia de la tonelada de trigo pasó a 36.039,08 pesos.
El aumento sigue la pauta que el gobierno tomó con el resto de los sectores que participan en Precios Justos «para que no quede desfasado el precio de harina y entonces los molinos tengan incentivo de quedarse», aseguraron desde el Ministerio de Economía. Consultados por PáginaI12, asociaciones de panaderos aseguraron que no van a subir inmediatamente el precio. El presidente de la Cámara de Industriales Panaderos de la Ciudad de Buenos Aires, José Álvarez, y Presidente Centro de Panaderos de Avellaneda, Gastón Mora coincidieron en una respuesta: «no van a aumentar los precios hasta marzo».
«En veinte días son las paritarias del sector y eso probablemente nos obligue a ajustar precios, no vamos a aumentar hoy y en veinte días», asegura y remata: «Queremos llevar tranquilidad a las mesas de las y los argentinos», complementó Raúl Santoandre, el vicepresidente de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires (Fippba)
El FETA
Uno de los impactos económicos más fuertes de la guerra entre Rusia y Ucrania fue el aumento del precio internacional del trigo que se trasladó rápidamente a la mesa de los y las argentinas. Como respuesta, el Gobierno puso en marcha un mecanismo que venía negociando con exportadores y productores agropecuarios: la creación del fideicomiso de trigo a fin de que moderar el impacto de la suba internacional en el mercado interno.
El FETA fue la herramienta elegida por el gobierno para desacoplar los precios internacionales de los internos y se financia con el monto recaudado por el aumento de dos puntos de las retenciones a las exportaciones de derivados de la soja – harina y aceite de soja-. Gracias a este mecanismo, los panaderos consiguen el precio de la bolsa de 25 kilos de harina a alrededor de 2000 pesos, en vez de los 3000 del mercado.
La herramienta no tuvo efecto de inmediato. En 2022, el precio del kilo de pan francés aumentó 113 por ciento, casi veinte puntos por encima de la inflación general. En un principio además del fideicomiso que subsidia la harina al por mayor, había otro que apuntaba directo a la harina y fideos que van a las góndolas del supermercado. Como no contaban con una gran adecuación, desde el equipo de comercio sostuvieron el FETA. En enero la harina de trigo común 000 aumentó 9 por ciento, también por encima del promedio general de 6 por ciento.
Desde el equipo económico aseguran que el Fideicomiso está alcanzando cada vez más cobertura. En efecto, hasta el último trimestre del 2022 eran apenas tres los molinos que participaban del programa, pero desde la Secretaría de Comercio aseguraron a PáginaI12 que actualmente hay activos 22 molinos en el FETA que representan el 47 por ciento de la capacidad de molienda nacional. Hay otros diez molinos en análisis de documentación. Asimismo, confirman que repondrán el de la harina y fideos al por menor para que el alcance sea más eficiente.
Fuente: Página|12