La crisis bancaria desatada en Estados Unidos repercutió este lunes en los mercados de materias primas y llevó al petróleo a una caída de precios mientras que produjo una suba del oro que cruzó la barrera de los 1.900 dólares, en una jornada de alta volatilidad a medida que los inversores huían de las opciones de riesgo y trataban de buscar protección en activos de mayor refugio y calidad.
El barril de la variedad WTI marcó una baja de 2,6% y cerró en 74,70 dólares; mientras que el tipo Brent cayó en también 2,6% y finalizó en 80,60 dólares, según cifras consignadas en el New York Mercantil Exchange (NYMEX).
La baja se produjo desde las primeras horas de negocios cuando los inversores huyeron de las variables de riesgo y se volcaron hacia activos más seguros, aunque lograron recuperar algunas de esas pérdidas cuando las autoridades de EEUU lanzaron medidas destinadas a fortalecer la confianza en el sistema bancario y prevenir el contagio.
La Reserva Federal, el Departamento del Tesoro y el sistema Federal de los Seguros de Depósitos tomaron medidas de emergencia, para reforzar la confianza en el sistema bancario por el temor a que la quiebra de Silicon Valley Bank provocara un contagio.
Los operadores también están observando de cerca el próximo movimiento de la FED después de que el banco de inversión Goldman Sachs Group pronosticara que el organismo monetario dispondría un menor aumento en la tasa de interés la próxima semana debido a la agitación existente en el mercado.
Para los analistas, los operadores de energía no esperaban que el colapso del decimosexto banco más grande de los Estados Unidos desencadenara una gran ola de aversión al riesgo.
Ahora la atención de los inversores está centrada en la difusión del índice de inflación de febrero que se difundirá este martes, dado que con esa información, la FED podrá decidir la magnitud del ajuste de la tasa interés de referencia.
Aun con todo, los inversores siguen siendo optimistas sobre las perspectivas a largo plazo.
El gigante árabe saudi Aramco pronosticó que el consumo probablemente alcanzará un récord de 102 millones de barriles diarios para fines de 2023, mientras que la OPEP+ restringen la producción y el crecimiento de los hidrocarburos no convenciones sigue siendo lento.
Los contratos de futuros de gas natural subieron 8,3% y se negociaron en 2,63 dólares por millón de BTU.
Finalmente, el oro ganó 2,8% y se pactó en 1.919 dólares por onza.