En medio del riesgo de una caída que tenga un impacto sistémico, el UBS Group cerró la compra del Credit Suisse, que venía con problemas hace rato y que se amplificaron con la quiebra del Silicon Valley Bank de Estados Unidos.
En medio del riesgo de una caída que tenga un impacto sistémico, el UBS Group cerró la compra del Credit Suisse, que venía con problemas desde hace rato y que se amplificaron con la quiebra del Silicon Valley Bank de Estados Unidos. Asimismo, el Banco Central Europeo reforzó su apoyo a las entidades del Viejo Continente, con el objetivo de enfriar el impacto de la crisis y así poder continuar con su política de suba de tasas de interés, que viene generando grandes distorsiones en el sistema financiero.
Con esas novedades en el frente, las principales bolsas europeas anotaron ganancias en la primera jornada de la semana, que todavía no compensan las pérdidas sufridas durante los días previos. La bolsa de París cerró con una suba del 1,27 por ciento; Francfurt con el 1,12 por ciento y Londres, con el 0,93 por ciento.
Luego del anuncio de compra del Credit Suisse, la cotización del tradicional banco suizo se desplomó más de un 50 por ciento, al tiempo que su comprador, el UBS, anotó una ganancia del 3 por ciento, a pesar de que los precios de los Credit Default Swaps, los seguros contra default de esa empresa, están en su pico en once años.
La operación fue valorada en 3 mil millones de francos suizos, a un precio estimado de 0,76 francos por acción, lo cual supone un fuerte descuento en relación al precio de mercado en el cierre de la jornada bursátil del viernes.
«Con la adquisición de Credit Suisse por parte de UBS se ha encontrado una solución para garantizar la estabilidad financiera y proteger la economía suiza en esta situación excepcional», indicó un comunicado emitido por el Banco Nacional Suizo (SNB), que indica que la operación contó con el apoyo del Gobierno Federal de Suiza y la Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero Suizo (Finma). Tanto la Secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, como el presidente la Fed, Jerome Powell, y la titular del BCE, Christine Lagarde, apoyaron públicamente la jugada.
A su vez, la cúpula directiva del Credit Suisse confirmó que para finales de año se completará la operación de fusión con el UBS, de modo que sólo quedará una entidad. Los empleados recibieron advertencias de posibles recortes.
Preparado para responder
Por otro lado, la titular del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dijo que la banca de la Eurozona «es resistente, con fuertes posiciones de capital y de liquidez y muy poca exposición al Credit Suisse. Son millones, y no miles de millones”. “Estamos preparados para responder según sea necesario para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera de la zona euro”, agregó Lagarde.
Analistas financieros advierten que la subida de las tasas de interés que tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo vienen aplicando desde mediados del año pasado, es un elemento disparador de la actual crisis. Es que esta medida, pensada para contener la actividad económica y por lo tanto la dinámica de la inflación, produce un trastocamiento de los precios de los activos financieros, lo cual puede derivar en fuertes pérdidas de capital si una empresa, como el Silicon Valley Bank, se ve obligada a realizar ventas de sus activos para devolver la plata de los depósitos.
Sin embargo, Lagarde justificó el alza de tasas adoptada el jueves pasado de medio punto hasta el 3,5 por ciento debido a que «la inflación está siendo demasiado elevada durante demasiado tiempo». La suba de precios tiene como componentes principales el encarecimiento de la energía y la herencia de los cuellos de botella que se produjeron por la pandemia.
De cara a lo que viene, la economista francesa dijo que «las decisiones obedecerán a tres factores: las previsiones de precios, la inflación subyacente y la eficacia de la transmisión de la política monetaria”.
Estados Unidos
Por otro lado, en Estados Unidos, el banco First Republic, que la semana pasada recibió el anuncio de ayuda de 30 millones de dólares en manos de un grupo de grandes bancos, volvió a hundirse en el panel de cotizaciones de Wall Street, a raíz de la rebaja de la calificación que le otorgó la agencia S&P.
S&P advirtió que podría bajar nuevamente la nota de First Republic, que cotiza en bolsa bajo el símbolo FRC, «si el banco no logra demostrar avances en la estabilización de los depósitos y la recuperación del valor de la firma, que probablemente se erosionó».
En tanto, la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por su sigla en inglés) decidió el lunes dividir al Silicon Valley Bank (SVB) y celebrar dos subastas separadas para su unidad de depósitos tradicionales y su banco privado, tras no encontrar comprador para el fallido prestamista durante la semana pasada.