La medida se había encontrado con el veto de última hora de Alemania, que el sábado anunció haber acordado que los motores de combustión a base de carburantes limpios pudieran seguir vendiéndose en la Unión Europea.

La Unión Europea aprobó este martes (28.03.2023) de manera definitiva la ley que prohibirá a partir de 2035 las ventas en territorio comunitario de todos los nuevos coches y furgonetas que emitan CO₂, tras semanas de tensiones de última hora por el bloqueo sorpresa de Alemania. La ley de la UE exigirá que todos los automóviles nuevos vendidos tengan cero emisiones a partir de 2035 y un 55 % menos de emisiones de CO₂ a partir de 2030 en comparación con los niveles de 2021.

Los objetivos están diseñados para impulsar la rápida descarbonización de las flotas de automóviles nuevos en Europa. La delegación de Suecia (que ejerce la presidencia rotativa del Consejo de la UE) informó ya ayer de que el nuevo acuerdo iba a ser incluido hoy en la agenda de reunión de ministros de Energía de la UE para su adopción formal. Estos aprobaron hoy la ley con 23 votos a favor, las abstenciones de Rumanía, Bulgaria e Italia y el voto en contra de Polonia. Alemania votó a favor, después de que la Comisión Europea (CE) y Berlín llegaran a un acuerdo este fin de semana.

«No cambia el texto acordado con el Parlamento Europeo» sino que «aporta detalles sobre los pasos siguientes en la aplicación del reglamento» para incorporar los combustibles sintéticos o «e-fuels» a la normativa comunitaria, resumió la comisaria europea de Energía, Kadri Simson. Estos son combustibles artificiales -y prohibitivamente caros en la actualidad- que se producen a partir de hidrógeno verde y dióxido de carbono, pero resultan climáticamente neutrales porque sólo emiten el CO₂ previamente capturado y pueden usarse en vehículos con motor de combustión.

Los «e-fuels» ya aparecían mencionados en el texto negociado, a petición de Alemania e Italia, pero la Comisión se daba hasta 2026 para volver a retomar la cuestión y dejar en ese lapso de tiempo que evolucione esa tecnología. Italia, de hecho, considera que la interpretación adoptada respecto a los «e-fuels» es «muy restrictiva» y ha pedido que la Comisión incluya los biocarburates (obtenidos a partir de biomasa vegetal) en los siguientes pasos legislativos que emprenda para buscar hueco a los combustibles sintéticos.

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