Rocaraza SA y Teniente General Roca SA, las dos compañías de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires que presidió Milei padre, recibieron al menos US$33 millones entre 2005 y mediados de 2007, según datos oficiales que publico el periodista Hugo Alconada Mon, investigación coordinada por el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística.

Norberto ¨Beto¨ Milei, hoy de 81 años, empezó como chofer de las líneas 111 y 21, y con esfuerzo compró su primer colectivo por la misma época en que nació su hijo Javier, en 1970.

“Mi papá empezó como chofer de colectivos. El dueño del colectivo le dejaba trabajar para él los feriados y mi mamá lo acompañaba en el colectivo con un termo de café y un fibrón negro”, ironizó el libertario, en alusión a las horas que su padre pasaba sentado al volante.

Pasó de conducir un colectivo a ser el accionista y presidente de tres empresas, cuya cabecera fue la firma “Francisco de Viedma SA”, en la que también figuraron decenas de pequeños accionistas. Creada en 2001, su función fue controlar a la empresa Teniente General Roca SA, que a su vez controlaba la mitad de las acciones de la sociedad Rocaraza SA.

Desde la constitución de la controlante “Francisco de Viedma SA” en 2001 y hasta 2007, el padre del Presidente presidió esa sociedad y las dos firmas controladas, que operaban las líneas 21, 31, 108 y 146 de colectivos.

Las dos empresas de colectivos que lideró Norberto Milei recibieron subsidios del Estado nacional, aunque los montos son inciertos. Un relevamiento de documentos de la Secretaría de Transporte que completó LA NACION Data muestra que el Estado nacional informó que giró al menos US$33 millones al tipo de cambio entonces vigente a Teniente General Roca SA y Rocaraza SA, entre 2005 y mediados de 2007.

Al menos parte de esos subsidios fueron destinados a Norberto Milei, quien vendió sus acciones en 2006, para luego continuar como ejecutivo hasta mediados de 2007, momento en que se abocó a otras actividades, tanto cercanas al sector del transporte, como del mundo agropecuario.

Pero también ayudó a sus hijos: Karina Milei accedió a un departamento de 150 metros cuadrados en Vicente López que rotuló como “herencia” al presentar su declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción (OA). Javier Milei accedió a una Ford Ecosport 2.0 negra, modelo 2005, con dinero de su padre, que luego vendió para, con dinero adicional propio, comprar una coupé Peugeot RCZ. Declaró a la OA que la adquirió en 2013 con “fondos propios”.

El diario La Nación hace referencia a ¨La ayuda kirchnerista¨

La firma Rocaraza SA recibió $13,9 millones entre 2005 y 2007, equivalente a US$4,5 millones de ese momento, según el revelamiento de LA NACION Data, en tanto que el subsidio al gasoil, que superó los $9 millones, representó casi el 70% de los ingresos públicos que recibió la compañía. Y percibió también beneficios de la Secretaría de Transporte como el Sistema Integrado de Transporte Automotor (Sistau) y, desde 2006, el Régimen de Compensaciones Complementarias (RCC) previsto para las líneas 1 a 200 que circulan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Allí no se agotaron las ayudas oficiales. El Estado nacional también subsidió cada litro de gasoil que consumieron los colectivos, que pagaron menos de un tercio de su valor en surtidor, convirtiendo al transporte automotor de pasajeros en una costosa mochila para el fisco, además de erigir a Jaime en “El señor de los subsidios”, meses antes de que su actuación resultara muy sospechosa y provocara que el reparto de subsidios quedara bajo sospecha judicial.

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