Este lunes, el Gobierno Nacional se reunirá con los sindicatos de Aerolíneas Argentinas, buscando evitar nuevos paros y abordar la crisis salarial en la empresa. El conflicto laboral se intensificó durante la semana pasada con huelgas y protestas en los aeropuertos, generando que cientos de pasajeros quedaran varados. Frente a esto, el Gobierno ha implementado medidas para desregular el servicio de rampas y permitir la entrada de empresas privadas, terminando así con el monopolio de Intercargo. Esta estrategia forma parte del intento de mitigar las interrupciones en los aeropuertos y dar mayor libertad operativa en el sector.
La reunión de este lunes incluirá a representantes de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), quienes buscan compensar una diferencia salarial acumulada de hasta el 86% desde diciembre pasado. Sin embargo, el Gobierno mantiene la idea de privatizar Aerolíneas Argentinas o, de no lograrse esta vía, cerrarla y transferir su gestión a los empleados.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, señalaron que se adoptarán “todas las medidas necesarias” para evitar que los pasajeros se vean perjudicados, reiterando la postura de mantener el sistema de aeronavegación como un “servicio esencial”, lo cual limitaría las huelgas y obligaría a los gremios a garantizar el 50% de los servicios en caso de paro. No obstante, una reciente decisión judicial ha bloqueado temporalmente esta calificación, protegiendo el derecho a huelga de los sindicatos durante tres meses, en base a un fallo de la Cámara del Trabajo que reafirma los derechos laborales reconocidos por la Constitución argentina y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Ante esta situación, el Gobierno ha advertido a los sindicatos que si no se alcanza una resolución sin medidas de fuerza, Aerolíneas Argentinas podría ser incluida en un Plan Preventivo de Crisis, lo cual llevaría a su cierre definitivo. Con esta tensión en aumento, el desenlace de las negociaciones de este lunes será clave para determinar el futuro de la compañía y la relación entre el Gobierno y los trabajadores del sector aeronáutico en Argentina.