Después del fracaso de Xeneize en el último tiempo, Martínez incluido, la llegada de Gago a la Bombonera parecía inyectar nuevas fuerzas en el club, pero ese breve momento se acabó. La sentencia final salió desde la dirigencia después de los penales ante Alianza Lima, la peor eliminación que se recuerde en una Copa Libertadores y el pedido de la gente para «que se vayan todos». Pero no fue todo, la bronca aumentó por la madrugada, después de que Riquelme y el Consejo de Fútbol tuvieron toda la información que necesitaban, la idea es que ante Central sea el último partido.
Gago siempre mantuvo su postura de seguir en el cargo, tal como lo dijo el martes por la noche en la conferencia. «100% de fuerzas», dijo cuando le preguntaron por su continuidad. Y lo mismo mantuvo puertas adentro, con ganas de revancha y revertir la situación. Dirigió el entrenamiento del miércoles y también el de este jueves por la mañana. La conversación con Gago no habría convencido a la dirigencia que acusa al ex mediocampista de no estar ¨consciente de la gravedad de lo sucedido¨, «No le entró una bala«, sentenciaron.