El presidente francés Emmanuel Macron dio marcha atrás en el aumento de combustible, después de varios días donde ardió Francia.
Tuvo que salir el primer ministro francés Edouard Philippe y anunciar una moratoria en la tasa de combustible y la congelación de los precios del gas y la electricidad como para calmar la furia de los Chalecos Amarillos.
Por Tv Philippe consideró que «ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la nación», y adelantó que también se suspende el endurecimiento de la inspección técnica de vehículos, otra de las demandas originales del movimiento de los Chalecos.